viernes, 28 de junio de 2013

EL CANTAUTOR LEÓN GIECO EN EL ALTO


El músico llega tras un convenio cultural entre el Gobierno y la Embajada de Argentina

León Gieco, autor de canciones como “Sólo le pido a Dios” o “Carito”, se presentará en la ciudad de El Alto el 12 del siguiente mes. El concierto será realizado en el polifuncional de esta urbe, así fue anunciado por el ministro Pablo Groux en su cuenta de twitter y posteriormente confirmado por el Ministerio de Culturas y la Embajada de Argentina en Bolivia.

El concierto será de carácter gratuito y tendrá un formato de control de ingreso mediante credenciales que serán repartidas mediante acreditaciones, al igual que ocurrió con el pasado concierto en Santa Cruz de la Sierra del cantautor cubano Silvio Rodríguez. Dichas acreditaciones se darán curso desde este lunes 1 de julio en las gobernaciones de cada departamento.

En el marco del Día de la confraternidad Argentina-Boliviana,  que se celebra anualmente el 12 de Julio, el reconocido cantautor argentino León Gieco llegará a nuestro país para ofrecer un recital en el Polideportivo de la ciudad de El Alto.

De acuerdo, al convenio suscrito entre ambos países en marzo de 2010 en la ciudad de Sucre, acordaron que conmemorarán cada 12 de julio el nacimiento de la heroína de la Independencia binacional, Juana Azurduy de Padilla, quien nació en Chuquisaca el año 1780 y falleció el 25 de mayo de 1862.

A partir de ese convenio es que ambos países celebrarán con actividades educativas y culturales, enalteciendo la significación de la figura de Doña Juana Azurduy de Padilla como símbolo de la hermandad y de la identidad histórica común, como factor importante que enriquece la integración regional.

Raúl Alberto Antonio Gieco, más conocido como León Gieco, nacido en 20 de noviembre de 1951 cerca de la localidad de Cañada Cosquín, provincia Santa Fe, se caracteriza por mezclar en sus canciones los géneros del folclore con el ya consolidado rock argentino.

Tiene más de 40 trabajos discográficos y es contado entre los más emblemáticos tanto del rock de su país como de los trovadores mundiales. En sus 40 años de carrera artística que comienza en 1973 con el álbum “León Gieco”, ha editado 14 álbumes de estudio con canciones de su autoría, lo que evidencia que es un artista que ha tomado pausas importantes, de hasta cuatro años, para componer nuevos trabajos.

jueves, 27 de junio de 2013

PEÑAS ES ALGO MÁS QUE UN MONUMENTO HISTÓRICO


Por: Víctor Montoya

Un maestro carpintero, que trabaja en la ciudad de El Alto desde su infancia, me contó que era originario de Peñas, la comunidad aymara donde fue descuartizado Túpac Katari. Ni bien terminó de hablar, le pregunté a quemarropa: ¿Y cómo se siente uno que nació en ese pueblo histórico? Él se encogió de hombros y, esbozando un gesto de desinterés, contestó: “Normal, uno se siente normal. Además, allí no hay nada…”. Luego él volvió a su faena cotidiana y yo me quedé pensando en que Peñas debía ser algo más que un monumento histórico, así que decidí viajar para comprobar si era cierto lo que me afirmó el maestro carpintero, que por ese entonces estaba construyendo, de manera artesanal, los modestos estantes de mi biblioteca.

El microbús, atestado de pasajeros, partió desde la avenida Chacaltaya de la ciudad de El Alto y avanzó por una carretera asfaltada y flanqueada por un paisaje que exhibía la belleza del altiplano en todo su esplendor. Yo tenía la mirada puesta en los picos nevados de la cordillera y, a ratos, me imaginaba que las montañas despertaban envueltas en un frío metálico, como en una suerte de témpano que, al contacto con los primeros rayos del sol, reverberaban hiriendo la vista, mientras en el alma andina se retorcía la tristeza con furor incontenible. No en vano Óscar Cerruto describió en sus versos: “El Altiplano es resplandeciente como un acero/…rayado de caminos y de tristeza/ como palma del minero/… duro de hielos/ y donde el frío es azul como la piel de los muertos”.

Por suerte, el día de mi viaje, la mañana despertó radiante y apenas se sentían las corrientes de aire frío. Además, estaba convencido de que todo viaje implicaba experimentar la maravilla ante lo trascendental y el asombro ante lo insólito, aparte de descubrir un mundo exterior, explorar lo desconocido, adquirir información sobre lo ajeno, conocer otras gentes y adentrarse en costumbres ancestrales. Esta vez pude constatar lo mismo, pues apenas llegué a la plaza del pueblo, sentí la emoción de encontrarme, bajo el sol que caldeaba la mañana, en un sitio que poseía la virtud de estar rodeado de un halo misterioso, que invocaba a fantasear sobre un hecho histórico que marcó un antes y un después en las luchas anticolonialistas en el Alto Perú.

No es para menos, este milenario pueblo del municipio de Batallas de la provincia Los Andes, situado a 80 kilómetros de la sede de gobierno, es el lugar donde el caudillo indígena Túpac Katari hizo su fortín y pasó los últimos días de su vida. Aquí está la cueva llamada Concuntiji, donde se escondió de la persecución, luego de haber sitiado dos veces la ciudad de La Paz, y aquí está la tierra polvorienta donde encontró la muerte a manos de sus adversarios, quienes lo juzgaron por sus rebeliones y lo sentenciaron a muerte el 14 de noviembre de 1781, a poco de haber sido delatado por los suyos, entre ellos, por su comadre, quien, convencida por los españoles que le prometieron no hacer daño y respetar la vida del “rebelde”, no dudó en conducirlos hacia la cueva, ubicada en una escarpada grieta que se abre entre dos enormes peñas (kharkhas, en aymara), que dan la apariencia de ser zonas estratégicas desde las cuales Túpac Katari podía dominar no sólo una parte de la pampa y la cordillera de picos nevados, sino también el ingreso de las tropas realistas rumbo a la comunidad.

Los libros oficiales de historia, escritos casi siempre desde la perspectiva de los vencedores, cuentan que Julián Apaza (Ayo Ayo, 1750 - Peñas, 1781) lideró una de las rebeliones independentistas más extensas contra las autoridades coloniales en el Alto Perú. Asimismo, los testimonios sobre su vida, conservados en la memoria colectiva, indican que era huérfano desde la infancia y que se hizo sacristán en la parroquia de su comunidad natal. No tuvo acceso a la educación debido a su humilde condición, pero nutrió sus conocimientos con la sabiduría popular transmitida por la tradición oral, de generación en generación y de padres a hijos.

Compartió desde siempre el sufrimiento de sus hermanos de raza y manifestó públicamente su rechazo a los sistemas de opresión. Algunas versiones confirman que el caudillo indígena, antes de emprender su  lucha contra la dominación del Imperio Español, trabajó como panadero y contrajo matrimonio con Bartolina Sisa, una joven comerciante de coca y tejidos nativos, oriunda de la comunidad de Q'ara Q'halu, situada en la provincia Loayza del departamento de La Paz. Ambos guerreros, que compartían la misma ideología y fortaleza de lucha, decidieron organizar un ejército de rebeldes para liberar a sus pueblos
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Tras el descuartizamiento de Túpac Amaru en la plaza del Cusco y el asesinato de Tomás Katari, el líder de la insurrección de Chayanta, con quienes mantuvo relaciones y trazó estrategias de resistencia organizada, Julián Apaza adoptó el seudónimo de Túpac Katari, con el que protagonizó una de las rebeliones más trascendentales del siglo XVIII.

Se dice que durante el levantamiento, puso en pie de guerra a un ejército compuesto por miles de hombres, quienes tendieron cercos a la ciudad de La Paz, entonces controlada por los españoles, con el propósito de impedir el ingreso de los productos del campo hacia La Hoyada y provocar una hambruna generalizada; todo esto en aras de afianzar su lucha contra el tributo a la tierra, la encomienda y los trabajos forzados, que los colonizadores impusieron a los indígenas
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Sin embargo, aunque contaba con 80 mil combatientes bajo su mando, dispuesto a conquistar la soberanía nacional, la libertad y la justicia social, los dos levantamientos culminaron en fracaso, debido a las maniobras políticas tramadas por las huestes de la corona española y la traición por parte de algunos de sus colaboradores.

Túpac Katari, a pesar de las derrotas, se mantuvo fiel a sus ideales y a las aspiraciones de su pueblo, hasta el día en que cayó a merced de sus enemigos, quienes le cortaron la lengua antes de atar sus extremidades a las cinchas de cuatro caballos que, al comando de galope, partieron en direcciones opuestas, desmembrando el cuerpo del caudillo aymara, quien, sin brazos ni piernas, acabó por ser decapitado ante los ojos atónitos de Bartolina Sisa. Sus restos fueron repartidos en diferentes comunidades del Alto Perú, como muestra de “escarmiento para los indios rebeldes” -su cabeza fue expuesta en el cerro de K’ili K’ili, su brazo derecho en Ayo Ayo, el izquierdo en Achachachi, su pierna derecha en Chulumani y la izquierda en Caquiaviri-, pero el nombre del Túpac Katari se perpetuó en la memoria del pueblo y su lucha libertaria marcó un hito en la historia del continente latinoamericano.

Aunque no advertí ningún alarde de exotismo al alrededor de Peñas, pude contemplar el paisaje rural y visitar un pueblo que, a primera vista, parecía abandonado y despoblado por el silencio reinante en sus escasas calles. No en vano algunos de sus habitantes, refiriéndose a la falta de infraestructura turística y a la emigración de los jóvenes hacia las urbes del interior, afirmaban que el pueblo quedó en el olvido, porque le tocó la maldición desde la muerte de Túpac Katari. Por ejemplo, sorprende ver, en una esquina de la plaza, la casona abandonada en la cual pasó largas temporadas el Mariscal Andrés de Santa Cruz y Calahumana, quien escrutaba, entre lecturas y meditaciones, la histórica plaza del pueblo desde la ventana del segundo piso. Ahora la vieja casona, que no fue refaccionada desde que un juego pirotécnico incendió su techo de paja en una fiesta de San Juan, está deshabitada y abandonada a su suerte. Lo increíble es que en medio de la sala principal, creció un árbol cuyas frondas verdes se divisan desde cualquier ángulo de la plaza, donde luce el majestuoso monumento de Túpac Katari.

En medio de la tranquilidad sepulcral, lo único que parecía tener vida era el templo de Nuestra Señora de la Natividad de Peñas, cuyas campanas redoblaban, aquella mañana inundada de sol, convocando a los creyentes a la misa dominical. En su interior reinaba una paz celestial, mientras se celebraba una misa en la que, como parte de la evangelización y adoctrinamiento, se hablaba de la realidad basada en la vida de los agricultores y habitantes del altiplano. El cura, al cabo de predicar la palabra de Dios ante un retablo de estilo barroco mestizo, que al parecer corresponde al Siglo XVIII, tocó la guitarra con destreza y cantó un salmo a viva voz, acompañado por las voces discordantes de los feligreses: “…Déjame sentir el fuego de tu amor,/ aquí en mi corazón, Señor…”.

Se cuenta que este antiguo templo, con ornamentación que data de la época renacentista, antes de ser restaurado de un incendio que sufrió en la década de los años 80, estaba a merced de los amigos de lo ajeno, quienes, al amparo de la noche y el descuido de los vecinos, sustrajeron gran cantidad de patrimonio artístico de la época colonial, consistente en cuadros originales, piezas de platería y tesoros de diverso valor, que hasta hoy no han sido repuestos, ni con la alabanza de los rezos, ni con la gracia de Dios.

La visita al pueblo de Peñas me enseñó, una vez más, que los lugares vistos en persona y con ojos propios, tienen siempre la magia de algo que no se encuentra en la letra muerta de los libros de historia ni se escucha en la versión oral de los cuentacuentos. Estaba conforme de haber vivido una experiencia extraordinaria, de haber disfrutado de su entorno ecológico, de haber conocido la cueva donde se escondió Túpac Katari, la plaza mayor donde lo ejecutaron, la casona del Mariscal Andrés de Santa Cruz y el templo de Nuestra Señora de la Natividad.

Peñas es un pueblo que reúne todas las condiciones para convertirse en atracción turística, al menos para quienes tienen interés en el pasado histórico de una nación hecha de caudillos y acontecimientos que forjaron los cimientos del nuevo Estado Plurinacional de Bolivia. No en vano este pueblo, que atesora un pasado glorioso, fue declarado Monumento Nacional, mediante Ley Nº 773, el 31 de enero de 1986.

Abordé el minibús de retorno y, mientras me alejaba de Peñas, no dejaba de pensar en que la ciudad de El Alto, principal escenario de la rebelión indígena, es la legítima heredera del legado de Túpac Katari, cuya grandiosa gesta sirvió de ejemplo a los alteños, quienes, repitiendo la frase que el caudillo aymara pronunció en el patíbulo: ¡A mí me matan, pero volveré y seré millones...!, han dado muestras de su coraje y decisión de lucha por una patria más justa e independiente de la dominación imperialista.

El último ejemplo lo dieron en la llamada Guerra del Gas, cuando sacudieron los cimientos del país y derrotaron, a fuerza de barricadas en las calles y sangrientos enfrentamientos entre la población civil y las fuerzas del orden, al gobierno entreguista de Gonzalo Sánchez de Losada, quien, en octubre de 2003 y dejando un saldo de setenta muertos, huyó del país ante una multitud enardecida, mientras los alteños, hermanados como en los tiempos de Túpac Katari, repetían el grito de guerra: ¡El Alto de pie, nunca de rodillas!

miércoles, 26 de junio de 2013

ALBOR EN SU PRESENTACIÓN 500 DE LA OBRA “LAS VENAS ABIERTAS DE AMÉRICA LATINA”


Tras una gira por varias ciudades del país, el elenco alteño llega al Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez en una sola presentación, el martes 25.

Luego de una exitosa gira al interior del país, el Grupo de Teatro ALBOR llevará la adaptación al teatro, en su presentación número quinientos, la obra "Las Venas Abiertas de América Latina" del escritor uruguayo Eduardo Galeano.

Dicha obra fue puesta en escena desde el 2007, y a lo largo de estos años fue repuesta en los diferentes escenarios a nivel nacional e internacional, llegando a constituir un récord en el teatro boliviano, al que todos los integrantes del Grupo Albor  pusieron la voluntad y dedicación para mostrar parte de la historia boliviana. 

El Teatro ALBOR recorrió las ciudades de La Paz, Santa Cruz, Cochabamba, Potosí, Oruro, Sucre, Tarija y Pando, a excepción del Beni, que está planificado llegar este año (2013).  Viajaron también p por Europa, Suecia y Dinamarca  durante el año 2009 y, en este último tiempo, se trasladaron al vecino país de  Chile.

Willy Flores, Director  del Grupo de Teatro ALBOR-Bolivia destacó el apoyo del Ministerio de Culturas y Turismo, a través del Viceministerio de Descolonización, que durante este tiempo gran parte de las presentaciones fue en el marco de la difusión de la Ley 045 Lucha Contra el Racismo y toda forma de Discriminación. 

Bajo el denominativo "500 son 500", esta obra emblemática  será presentada en el Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez, exclusivamente el martes 25 en función de tanda (19:30). 

Grupo ALBOR

ALBOR  es una asociación cultural, fundada el 17 de Septiembre de 1997. En la Ciudad de El Alto, Desde 1999 organizan el Festival Nacional intercolegial de Declamación Jiwasamphi Sartañani, desde el 2005 ha iniciado actividades también en la actividad teatral y el 2007 ha estrenado la obra "Las Venas Abiertas de América Latina" adaptada al teatro donde logran una distinción en el Premio Nacional de Teatro Peter Travesí, y el 2009 con la misma obra ha realizado una gira por Suecia y Dinamarca, el 2008 ha estrenado de manera exitosa en Estocolmo Suecia la obra teatral "Otra vez Miguel" (Ministerio de Culturas).
“RECREARÉ LA HISTORIA DE UN BOLIVIANO EN ARGENTINA”


El acto alteño fue invitado por el director Pablo Stigliani para protagonizar la película Bolishopping.

“Estoy emocionado. Me invitaron a protagonizar una película en Argentina”. El actor alteño Juan Carlos Aduviri regresará a la pantalla grande esta vez para ponerse en la piel de un inmigrante boliviano. 

La cinta, que llevará el título de Bolishopping, será dirigida por el cineasta argentino Pablo Stigliani. Los rodajes se realizarán entre julio y agosto en Buenos Aires, y será el primer largometraje que protagonizará el alteño, luego de interpretar un rol secundario en También la lluvia

Precisamente con ese filme, que la española Icíar Bollaín rodó en 2009 en Bolivia, Aduviri se consolidó como actor y ganó mucha experiencia al compartir el set de filmación con Gael García Bernal y Luis Tosar. 

Con ese papel de activista social durante la “guerra del agua”, el actor obtuvo el premio a mejor actor en el Festival de Cine Les Arcs y fue nominado en los Premios Goya. 

Luego de este filme, participó en varios proyectos audiovisuales y en los últimos meses tuvo un receso que terminará este julio, cuando parta a Argentina. De este proyecto habló con Página Siete.

Inicia un nuevo proyecto cinematográfico con una productora argentina ¿Cómo se dio esta oportunidad?

Hace dos meses me ha llegado la invitación para protagonizar la película Bolishopping en Argentina. Los productores me enviaron el guión de este filme. Lo leí y acepté con mucho gusto porque se trata de una historia fascinante. 

¿Qué papel interpretará en la película?

Recrearé la vida de un inmigrante boliviano que trabaja en un taller de costura en Buenos Aires.

El personaje es un hombre y padre de familia, quien por necesidad viaja a Buenos Aires en busca de días mejores. 

Entonces, tiene que trabajar en un taller de costura, cuyo dueño explota a sus empleados. 

Pese a las dificultades, este personaje guarda la esperanza de llevar a su esposa e hija a ese país para que vivan junto a él y puedan tener mejor suerte.

¿Cómo muestra el guión de este filme a los inmigrantes bolivianos?

Se podría decir que la película mostrará la realidad de los inmigrantes bolivianos a través del sueño de este personaje. Se detallan, por ejemplo, las incomodidades que existen en estos talleres de costura y cómo en estos ambientes las personas tienen que trabajar entre 16 a 20 horas al día.

¿Cuándo se iniciarán los rodajes? 

Se tiene programado que el rodaje se inicie en julio. Estamos negociando algunos detalles para concretar el viaje a Buenos Aires a mediados de ese mes. 

En la actualidad, los productores están negociando la participación de renombrados actores argentinos. 

¿En qué locaciones se desarrollará la película?

Algunas escenas se filmarán en la frontera entre Bolivia y Argentina. Luego, el resto de la historia se rodará en Buenos Aires, donde me quedaré aproximadamente un mes.

¿Qué conoce del director y del equipo de producción con el que trabajará en Buenos Aires? 

- Es un equipo que está integrado por destacados jóvenes realizadores y cineastas argentinos, quienes cosecharon mucho éxito por producir y dirigir la serie de televisión Gigantes, que es muy conocida en ese país. 

Además, el director Stigliani es un profesional joven y tiene una destacada trayectoria en varias obras audiovisuales. Por ello, estoy muy emocionado por trabajar con ese equipo.

¿Cree que la historia será de interés del público argentino? 

Se trata de un proyecto grande y serio que incluso es auspiciado por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) de Argentina. Tiene un buen financiamiento que garantiza la realización del filme.

Fuente: Página Siete / Anahí Cazas / La Paz - 25/06/2013

jueves, 20 de junio de 2013

VÍCTOR MONTOYA EN EL PORTAL EDUCABOLIVIA


Los datos bio-bibliográficos del escritor paceño están registrados en la sección de “Efemérides y Biografías” del portal Educabolivia (www.educabolivia.bo); un espacio del Ministerio de Educación del Estado Plurinacional destinado a la información y formación de docentes, estudiantes y comunidad en general.

El portal Educabolivia, además de compartir y socializar con la comunidad educativa los sucesos trascendentales ocurridos en la historia en una fecha determinada, tanto a nivel nacional como internacional, incluye de manera breve la biografía de personajes notables en el ámbito cultural, político y literario. En este contexto es lógico dar a conocer la trayectoria de uno de los mejores escritores bolivianos, comprometido con la realidad social y los procesos de cambio.

Vida y obra del autor

En el portal se recogen datos generales de Víctor Montoya: “Escritor, periodista cultural y pedagogo nacido en La Paz el 21 de junio de 1958. Vivió desde 1960 en las poblaciones mineras de Siglo XX y Llallagua, al norte de Potosí. Fue testigo de la masacre de San Juan protagonizado por el gobierno de Barrientos en 1967.

Durante la dictadura militar de Banzer, fue una de las víctimas de la denominada ‘Operación Cóndor’. Estuvo preso en el Panóptico de San Pedro y en la cárcel de mayor seguridad de Viacha-Chonchocoro. En cautiverio escribió su libro de testimonio ‘Huelga y represión’.

En 1977, luego de una campaña de Amnistía Internacional, que reclamó por su libertad y lo adoptó como a uno de sus ‘presos de conciencia’, fue sacado de la prisión por un piquete de agentes del Ministerio del Interior y conducido rumbo al aeropuerto de El Alto, desde donde llegó exiliado a Suecia, como la mayoría de los refugiados latinoamericanos que fueron expulsados de sus países tras el advenimiento de las dictaduras militares.

En Estocolmo, donde fijó su residencia, trabajó en una biblioteca municipal coordinando proyectos culturales, impartió lecciones de idioma quechua y dirigió Talleres de Literatura. Cursó estudios de pedagogía en el Instituto Superior de Profesores de Estocolmo y ejerció la docencia durante varios años.

Respecto a su actividad literaria, participó en el Primer Encuentro Hispanoamericano de Jóvenes Creadores, Madrid, 1985.  Dictó conferencias sobre literatura boliviana en China, España, Alemania, Suecia, Francia, México, Venezuela, Perú, Estados Unidos y otros países. Su obra, que mereció premios y becas literarias, está traducida a varios idiomas y tiene cuentos en antologías internacionales. Está considerado por la crítica especializada como uno de los principales impulsores de la moderna literatura boliviana.

Obtuvo el primer Premio Nacional de Cuento, UTO, 1984; el Premio de Cuento Breve del Semanario Liberación, Suecia, 1988; el primer premio de Cuento de Escritores de la Escania, Suecia, 1993; fue ganador del Concurso Internacional ‘Sexto Continente del Relato Erótico’, convocado por Radio Exterior de España (2010). Escribe en publicaciones de América Latina, Europa y Estados Unidos.

En su extensa obra, que abarca el género de la novela, el cuento, el ensayo y la crónica periodística, destacan: Huelga y represión (1979), Días y noches de angustia (1982), Cuentos violentos (1991), El laberinto del pecado (1993), El eco de la conciencia (1994), Antología del cuento latinoamericano en Suecia (1995), Palabra encendida (1996), El niño en el cuento boliviano (1999), Cuentos de la mina (2000), Entre tumbas y pesadillas (2002), Fugas y socavones (2002), Literatura infantil: Lenguaje y fantasía (2003), Poesía boliviana en Suecia (2005). Retratos (2006) y Cuentos en el exilio (2008)”.

Fecha importante en la cosmovisión andina

Los datos bio-biográficos de Víctor Montoya están consignados en las efemérides correspondientes al 21 de junio, día de su nacimiento y fecha en la que se celebra el Nuevo Año Andino - Amazónico, junto con el solsticio de invierno. En la región andina, según la cosmovisión de las culturas originarias y la lectura del tiempo-espacio, se celebra también el Willkakuti o retorno del sol e inicio del nuevo ciclo agrícola, en el que se festeja la fusión de la tierra y la energía cósmica que da paso a la procreación de la vida, que permite que se renueve la naturaleza y la convivencia equilibrada entre los individuos.

Este acontecimiento es motivo de rituales de siembra y de ofrendas a los dioses ancestrales en varias regiones del país, como una suerte de agradecimiento a la Pachamama (Madre Tierra) y al Inti Tata (Padre Sol). Asimismo, el 21 de junio es feriado nacional desde la promulgación del Decreto Supremo 173 en las ruinas del Tiahuanaco, centro ceremonial y cuna de la civilización precolombina nacida diez siglos antes de Cristo y desaparecida poco antes de la llegada de los incas.

martes, 18 de junio de 2013

PINTURA SOCIAL EN EL ALTO 
Y LA LABOR DE LUCIANO CALDERÓN, “EL CHOCO”


El arte de Calderón refleja su visión de una ciudad a través de elementos urbanos cotidianos.

Una fuente de inspiración constante para el joven artista son las figuras relevantes del mundo de la política. 

Luciano Calderón nació en 1986, de padre boliviano y madre suiza.

Se considera un artista “itinerante, un nómada” del pincel y el lienzo, pero también del camino, como lo reflejan sus viajes por todo el mundo.

De padre boliviano y madre suiza, Luciano Calderón define a la ciudad de El Alto como su auténtico hogar. Un paseo por su estudio y las estancias de la casa familiar del barrio Nuevos Horizontes, de El Alto, así lo demuestran. “Me gusta El Alto porque es muy tranquilo. Cuando bajo a La Paz me estreso”, confesó el artista.

Calderón ha expuesto en Alemania, Brasil y Argentina. Esta experiencia le ha valido no sólo para tener reconocimiento internacional, sino también elegir su propio camino, al margen de convencionalismos y siempre de mano de la originalidad y la experimentación. 

De acuerdo con Paula Palicio, curadora de su última muestra en el Centro Cultural de España en La Paz, la obra de Calderón es “una forma distinta de ver el mundo y de entender la vida en un lugar muy peculiar e interesante de Bolivia, El Alto, donde conviven las tradiciones más ancestrales de sus habitantes con la modernidad absoluta, como plasma el arte de Luciano”.

Luciano Calderón nació el 2 de noviembre de 1986 en la ciudad suiza de Berna, y se graduó en 2007 como diseñador gráfico. Habla español, francés, alemán, alemán-suizo, inglés y portugués. Es una persona franca y humilde, y así conceptualiza su arte. “Mi pintura es humilde, es muy básica, casi como un juego de palabras”, explica el artista, que subraya precisamente esa importancia de la palabra como origen de todo, y así lo refleja en sus cuadros.

“Mucha gente no les da a las frases la misma importancia que les doy yo, pero después, al contemplar mis cuadros, piensan de otra forma y ven su realidad de manera diferente”, señala mientras muestra algunos de esos lemas que aparecen en sus pinturas. Uno de los que más le gusta se reitera en varias de sus obras pictóricas. “Mi humildad perdona tu ignorancia”. 

El propio Luciano recalca uno de sus sentidos. “Si juzgas a una persona como ignorante, tú mismo te volverás ignorante”, asegura.

Sin embargo, las ciudades son un motivo constante en su obra, y aunque los mensajes de sus obras son los que se pueden ver en El Alto, en las tiendas, en las pintadas de las paredes y muros, en los letreros de las calles, sin embargo se comportan como un reflejo de la vida en otras urbes del mundo. “Soy un fanático de ciudades en España, y mi lugar favorito es Buenos Aires, donde confluyen Europa y América. No obstante, El Alto, La Paz y Bolivia conforman mi horizonte”, explicó el joven artista.

Uno de los trabajos más conocidos de Calderón es un conjunto de pasamontañas que fusionan la confección textil andina con la marca insurrecta de V de vendetta, donde las palabras se vuelven de nuevo armas de combate social.

“Mi lugar favorito es Buenos Aires, donde confluyen Europa y América. Pero El Alto, La Paz y Bolivia conforman mi horizonte”. Luciano Calderón

Inspirado por políticos y luchadores sociales

Las musas, para un artista, pueden ser muchas (el amor, la muerte, la soledad, etc.), aunque también pueden ser pocas, y muy específicas. 

En el caso de Calderón, él reconoce que buena parte de su inspiración proviene de relevantes figuras del mundo de la política, personajes comprometidos con la lucha social, como el presidente Evo Morales, o el desaparecido presidente venezolano Hugo Chávez, de quien tiene un póster en su estudio. 

El artista manifestó que  en los últimos tiempos se están produciendo cambios muy importantes en Latinoamérica, que se presentan “como un ejemplo para todo el mundo”. Aquí, señala, “se encuentra el futuro de la humanidad”.

En cambio, al ser consultado sobre algún pintor que lo haya inspirado, dice: “Lo más importante para mí es ser auténtico, que pueda representarme también a mí mismo”.

Fuente: Centro Cultural de España en Bolivia y Redacción central / Cambio, junio, 2013

miércoles, 5 de junio de 2013

ALBOR CELEBRA EL DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE


El Teatro será el medio para pedir el cuidado del agua y nuestro medio ambiente

El Centro ALBOR Arte y Cultura,  en coordinación con la Asociación Boliviana por la Educación y la Cultura (ABEC) y la Dirección de Gestión y Control Ambiental del Gobierno Autónomo Municipal de El Alto,  organizan la celebración de Día Mundial del Medio Ambiente que  fue establecido por la Asamblea General de Naciones Unidas. 

El Día Mundial del Medio Ambiente es un evento en el que se realizan múltiples actividades en diferentes partes del planeta y en Bolivia se la realizará en cinco ciudades: Cochabamba, Gayaramerin, Riberalta, Villa Rivero y El Alto. Cada una de las actividades contará con facilitadores  medio ambientales,  que enseñarán la importancia de preservar el medio ambiente. A través de actividades lúdicas y espectáculos de Teatro, comprenderán qué elementos son contaminantes y qué pueden hacer ellos para evitar el deterioro del planeta.  

En la ciudad de El Alto, el 5 de junio, los puntos de concentración serán el Teatro Municipal Raúl Salmon,  a hora 9:00 a.m, donde se presentará la obra teatral  “Caminos del Agua”, a cargo del grupo Teatral UMA ARU y bajo la  dirección de Eddy Ticona; la obra es la historia de un viajero de nombre Natu, quien tiene la misión de solucionar los problemas del agua y también una misión en particular: entregar una carta a un familiar suyo de nombre Sr. Gold. Al Iniciar viaje tiene un sueño en el que ve a las personas en armonía con el agua, pero esa armonía es rota por el sistema capitalista. Natu despierta y llega a una comunidad que  ya no tiene agua a causa del calentamiento global, en la comunidad el Sr. Gold vende agua a altos precios y Natu conoce a Andrea y Germán, con quienes logra que la comunidad trabaje unida para solucionar el problema del agua. 

Posteriormente se realizará una marcha, una caravana artística, con murgas y teatro por las calles de la ceja. “Realizaremos una marcha por el agua, invitaremos agua a los vecinos y les pediremos a cuidarla. La ciudad de El Alto tiene la mayor contaminación atmosférica del país, por la cantidad de vehículos que circulan en ella, a esto se suma el problema de la basura y la contaminación acústica. Por eso vamos a sensibilizar a nuestra gente con arte para no seguir contaminando”, sostuvo María Elena Cárdenas, coordinadora  nacional de ABEC.

“Albor convoca a toda la población a participar de esta fiesta artística en pro de nuestro medio ambiente, hay que cuidarla mientras protejamos a la madre tierra, ésta no morirá jamás”, concluyo Cárdenas. El evento obsequiará plantines y arbolitos, además asistirán especialistas de reconocidas instituciones, para conversar con los jóvenes alteños sobre los problemas medio ambientales.

fuente: ALBOR

sábado, 1 de junio de 2013

POETA AYMARA REPRESENTÓ A BOLIVIA


Clemente Mamani Laruta participó en el 21 Festival Internacional de Poesía en Bogotá 

Clemente Mamani Laruta participó en el 21 Festival Internacional de Poesía de Bogotá.

“Celebración de la diversidad étnica y cultural en Iberoamérica” era el slogan del encuentro.

La diversidad y la palabra reunieron a más de 20 poetas  a lo largo de una semana en Bogotá, capital de Colombia.

En este marco, fue el  poeta de descendencia aymara Clemente Mamani Laruta el encargado de representar a Bolivia.

El XXI Festival Internacional de Poesía de Bogotá contó con la participación de más de 20 poetas de Iberoamérica, quienes durante siete días de intensa actividad participaron en recitales itinerantes que recorrieron varios espacios.

Vida y obra

Clemente Mamani Laruta nació en 1959 en la provincia Los Andes del departamento de La Paz. Realizó variados estudios universitarios y en la Normal de Warisata. Tiene una especialización en radiodifusión educativa y una licenciatura en Educación Intercultural Bilingüe. Profesor rural de lenguaje y literatura. Participó del curso de Comunicadores Populares Nativos (1984-1987) de la Universidad Católica e hizo un Postgrado de etnología en la FLACSO. Actualmente trabaja en la radio San Gabriel, como guionista de cuentos y leyendas en aymara. Le fue dado el Premio Nacional de Cultura por el Estado Boliviano el 2008. Es autor del poemario “Jallalla warminaka” (1997) y “Saräwisa – Nuestras costumbres” (2004).

Sobre su labor literaria, en entrevista de David Mendoza, contó: “Yo me he dedicado a la poesía desde muy temprana edad, de igual a igual con otros literatos de la ciudad. Hace poco en una competencia literaria, he ganado el primer premio  en poesía en castellano que fue convocado por SERPAJ. Yo digo a mis hermanos aymaras que debemos cultivar el arte, debemos participar de igual a igual en todo, sin prejuicios. A veces hay aymaras que dicen, los q’aras nomás están haciendo eso, y están equivocados. Así participando en el arte y la cultura iremos ganando más caminos de confraternidad, nos potenciaremos los aymaras y los quechuas para lograr una mayor participación”.

Fuente: Redacción central / Cambio, mayo de 2013