MUESTRA DE RINA MAMANI RECUERDA A PÉREZ ALCALÁ
Hoy se abrirá la exposición en la galería Arte San
Miguel
“Esta joven
artista parece dar un aporte al cimiento de la pintura boliviana”. Así presentó
Ricardo Pérez Alcalá a su discípula Mónica Rina Mamani, quien abre esta noche
una exposición en homenaje a su fallecido mentor.
“La
exposición es un regalo para mi maestro. Por ello cada uno de los cuadros que
la forman son de alguna faceta de la vida de Ricardo Pérez Alcalá, de su casa y
de mis memorias de los ocho años que pasé bajo su tutela”, recordó la artista
plástica.
La muestra
denominada Dedicada a mi maestro, que estará en la galería Arte San Miguel
(Pankara 1002, San Miguel) hasta el 13 de agosto, está conformada por 26
cuadros de distinto tamaño. Todos hechos con acuarela sobre superficie sólida,
que Mamani aprendió de Pérez Alcalá. “La diferencia es que yo trabajo sobre
paneles, mientras que mi maestro trabajaba sobre madera”, explicó Mamani.
La
inauguración de la muestra será esta noche a las 19.30. Mamani escogió la fecha
porque se recuerda el cumpleaños de Ricardo Pérez Alcalá, quien nació un día
como hoy en 1939 en Potosí. Claudia Pereyra, responsable del espacio artístico,
recordó que tras la muerte de Pérez Alcalá, su alumna reservó este periodo para
recordar a su maestro.
Ricardo
Pérez Alcalá falleció el 23 de agosto del año pasado. Es considerado como uno
de los principales artistas bolivianos, representando al país en festivales,
bienales y muestras en el exterior.
El
acuarelista potosino trabajó con Mónica Rina Mamani entre 2005 y 2013. Las
memorias de este periodo se convirtieron en imágenes de la muestra. “Además de
un retrato del maestro y su área de trabajo”, agregó la pintora alteña.
Cuando Rina
Mamani comenzó a exponer, Pérez Alcalá la presentó asegurando que “se trata, en
principio, de una pintora: que en medio de la avalancha y el vértigo que llaman
modernidad, logra una ruptura, por ser fiel a su técnica soberbia y su
imaginación insondable. Su obra es una reflexión acerca del desamparo, que la
artista retrata paradójicamente, haciendo hincapié en los objetos que funcionan
como símbolos de eternas esperas”.
Fuente: La Razón, /