RINA MAMANI ANHELA EXPONER EN EL ORIENTE
Y FUERA DE
BOLIVIA
La pintora
está a punto de cerrar una exposición en la galería Arte 21 de la zona de San
Miguel, en el sur de la ciudad, y el balance para ella es muy alentador.
Con tareas aún pendientes para depurar y consolidarse
en las artes plásticas, Mónica Rina Mamani se plantea el reto de exponer en
tres ciudades del oriente boliviano y presentar una muestra individual fuera de
las fronteras nacionales.
La pintora está a punto de cerrar una exposición en la
galería Arte 21 de la zona de San Miguel, en el sur de la ciudad, y el balance
para ella es muy alentador. “Estos 15 días han sido una experiencia maravillosa
porque mucha gente se ha acercado para ver mi obra y para conocerme, me han
motivado mucho”, afirma.
Aunque es su octava exposición individual, Mamani
asegura que le falta más trabajo y trayectoria.
Ante la consulta de cuál es el próximo reto en su
carrera, la artista no duda en decir que su expectativa es probar con otros
públicos, tal vez fuera del país. “Quisiera ver cómo reciben mi obra y conocer
diferentes puntos de vista, más allá de La Paz. Tal vez primero en el ámbito
nacional y luego someterme a la crítica internacional, creo que ése es el
siguiente paso que debo dar”, postula.
La región del país que más le llama la atención para
mostrar su obra y recoger insumos que le permitan trabajar es el oriente;
espera exponer en Santa Cruz, Trinidad y Cobija. “No he tenido oportunidad de
exponer allá y creo que sería interesante aunque tengo muchas ganas de viajar a
otro país en América y luego dar el salto a Europa”, adelanta.
Y aunque Mamani no protagonizó muestras individuales
fuera de Bolivia, asevera que mandó varios de sus cuadros a bienales y eventos
colectivos, cosa que se le hace difícil por los costos y las condiciones de
envío. “Hay que hacer mucho trámite y papeleo para enviar una obra”, comenta,
con una sonrisa.
Para lograr esos objetivos sabe que no sólo debe
depurar su técnica, también se refiere a las necesidades económicas para hacer
los viajes.
Al hacer un repaso de su trabajo y lo que alcanzó,
especialmente en la técnica de la acuarela, no duda en referirse a Ricardo
Pérez Alcalá, quien fue su mentor y guía en esta ruta de las artes plásticas.
“Todo lo que aprendí de la acuarela y otras técnicas es su legado”.
Pero tiene sueños pendientes y uno de ellos, conocer
al pintor Claudio Bravo, se truncó porque éste murió en Marruecos. Y espera
recibir al menos una clase del español Antonio López para mejorar su técnica.
Fuente: La Razón / Eduardo
Chávez / 19 / 8 / 2013
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