martes, 18 de junio de 2013

PINTURA SOCIAL EN EL ALTO 
Y LA LABOR DE LUCIANO CALDERÓN, “EL CHOCO”


El arte de Calderón refleja su visión de una ciudad a través de elementos urbanos cotidianos.

Una fuente de inspiración constante para el joven artista son las figuras relevantes del mundo de la política. 

Luciano Calderón nació en 1986, de padre boliviano y madre suiza.

Se considera un artista “itinerante, un nómada” del pincel y el lienzo, pero también del camino, como lo reflejan sus viajes por todo el mundo.

De padre boliviano y madre suiza, Luciano Calderón define a la ciudad de El Alto como su auténtico hogar. Un paseo por su estudio y las estancias de la casa familiar del barrio Nuevos Horizontes, de El Alto, así lo demuestran. “Me gusta El Alto porque es muy tranquilo. Cuando bajo a La Paz me estreso”, confesó el artista.

Calderón ha expuesto en Alemania, Brasil y Argentina. Esta experiencia le ha valido no sólo para tener reconocimiento internacional, sino también elegir su propio camino, al margen de convencionalismos y siempre de mano de la originalidad y la experimentación. 

De acuerdo con Paula Palicio, curadora de su última muestra en el Centro Cultural de España en La Paz, la obra de Calderón es “una forma distinta de ver el mundo y de entender la vida en un lugar muy peculiar e interesante de Bolivia, El Alto, donde conviven las tradiciones más ancestrales de sus habitantes con la modernidad absoluta, como plasma el arte de Luciano”.

Luciano Calderón nació el 2 de noviembre de 1986 en la ciudad suiza de Berna, y se graduó en 2007 como diseñador gráfico. Habla español, francés, alemán, alemán-suizo, inglés y portugués. Es una persona franca y humilde, y así conceptualiza su arte. “Mi pintura es humilde, es muy básica, casi como un juego de palabras”, explica el artista, que subraya precisamente esa importancia de la palabra como origen de todo, y así lo refleja en sus cuadros.

“Mucha gente no les da a las frases la misma importancia que les doy yo, pero después, al contemplar mis cuadros, piensan de otra forma y ven su realidad de manera diferente”, señala mientras muestra algunos de esos lemas que aparecen en sus pinturas. Uno de los que más le gusta se reitera en varias de sus obras pictóricas. “Mi humildad perdona tu ignorancia”. 

El propio Luciano recalca uno de sus sentidos. “Si juzgas a una persona como ignorante, tú mismo te volverás ignorante”, asegura.

Sin embargo, las ciudades son un motivo constante en su obra, y aunque los mensajes de sus obras son los que se pueden ver en El Alto, en las tiendas, en las pintadas de las paredes y muros, en los letreros de las calles, sin embargo se comportan como un reflejo de la vida en otras urbes del mundo. “Soy un fanático de ciudades en España, y mi lugar favorito es Buenos Aires, donde confluyen Europa y América. No obstante, El Alto, La Paz y Bolivia conforman mi horizonte”, explicó el joven artista.

Uno de los trabajos más conocidos de Calderón es un conjunto de pasamontañas que fusionan la confección textil andina con la marca insurrecta de V de vendetta, donde las palabras se vuelven de nuevo armas de combate social.

“Mi lugar favorito es Buenos Aires, donde confluyen Europa y América. Pero El Alto, La Paz y Bolivia conforman mi horizonte”. Luciano Calderón

Inspirado por políticos y luchadores sociales

Las musas, para un artista, pueden ser muchas (el amor, la muerte, la soledad, etc.), aunque también pueden ser pocas, y muy específicas. 

En el caso de Calderón, él reconoce que buena parte de su inspiración proviene de relevantes figuras del mundo de la política, personajes comprometidos con la lucha social, como el presidente Evo Morales, o el desaparecido presidente venezolano Hugo Chávez, de quien tiene un póster en su estudio. 

El artista manifestó que  en los últimos tiempos se están produciendo cambios muy importantes en Latinoamérica, que se presentan “como un ejemplo para todo el mundo”. Aquí, señala, “se encuentra el futuro de la humanidad”.

En cambio, al ser consultado sobre algún pintor que lo haya inspirado, dice: “Lo más importante para mí es ser auténtico, que pueda representarme también a mí mismo”.

Fuente: Centro Cultural de España en Bolivia y Redacción central / Cambio, junio, 2013

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