martes, 23 de julio de 2013

ÓSMAR HUARITA UTILIZA LA PINTURA 
PARA ANTEPONERSE A LAS DIFICULTADES


Su habilidad innata con el óleo se convirtió en su salvavidas y medio de sustento.
Un accidente lo alejó del arte, ahora utiliza su habilidad con el fin de ganar dinero para su familia. 
Aunque el óleo es su especialidad, ahora trabaja en distintos murales a lo largo de la ciudad de El Alto.

Su meta: difundir su arte por el país

Desde sus siete años de edad, Ósmar Huarita mostró su habilidad para la pintura.

Este don fue percibido por su madre, quien siempre lo impulsó a continuar con esta labor. Al principio, utilizaba crayones para hacer sus creaciones, pero luego, con el paso de los años, encontró en el óleo su herramienta ideal.

Lastimosamente, sufrió un accidente, lo que lo alejó del campo artístico y ocasionó problemas económicos en su familia.

Huarita, una vez recuperado, retomó la pintura y se dedicó de lleno al arte para ayudar económicamente a sus allegados. “Hay futuro para los artistas”, sostuvo el pintor, quien actualmente desempeña un estilo de “arte abstracto de la cultura boliviana”, como él lo describe. Bajo esa consigna, se dedica a plasmar en el lienzo imágenes referentes a las regiones del país, mostrar la cultura y riqueza que posee cada departamento.

Sin embargo, ésa no es la única temática en su pintura. “Mi motivación para pintar es mi madre”, manifestó. “Ella siempre quería que uno de sus hijos fuera artista”, además contó que ninguno de sus padres está trabajando, que sus hermanos están en el colegio y uno en el cuartel, por lo que el dinero que gana es una ayuda directa para toda su familia. Huarita tiene la confianza en que con el arte continuará aportando a su casa. La oportunidad se la dio la Alcaldía alteña, y ahora él trabaja como muralista de esa institución, llenando de color y cultura las paredes de esa urbe.

“Quiero mostrar mi arte en todo el país”, sostuvo Huarita. Se siente motivado por artistas nacionales, como Mamani Mamani, que han llevado su arte por Bolivia y el exterior, incluso afirmó que recibió comentarios de que sus obras se parecen a las del citado Mamani.

Huarita contó que recibió un pedido de Tarija para ir a pintar, lo que representa un estímulo y una muestra de que su arte está siendo conocido fuera del departamento. “La vida del artista es difícil, pero algo me dice que me va a ir bien, y por eso sigo pintando”, afirmó Huarita.

Ya expuso en El Alto y hace poco en el Ministerio de Culturas y Turismo, pero por el momento y por motivos económicos no puede mostrar sus obras en galerías.

Tiene 22 años y el sueño de ser reconocido por su habilidad para de esa forma apoyar a su familia, tanto como ellos lo hicieron con él todos estos años.

Fuente: Cambio/ julio/ 2013

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