ÓSMAR HUARITA UTILIZA LA
PINTURA
PARA ANTEPONERSE A LAS DIFICULTADES
Su habilidad innata con el óleo se convirtió en su salvavidas
y medio de sustento.
Un accidente lo alejó del arte, ahora utiliza su habilidad con el fin de ganar
dinero para su familia.
Aunque el óleo es su especialidad, ahora trabaja en distintos murales a lo
largo de la ciudad de El Alto.
Su meta: difundir su arte por el país
Desde sus siete años de edad, Ósmar Huarita mostró su habilidad para la
pintura.
Este don fue percibido por su madre, quien siempre lo impulsó a continuar con
esta labor. Al principio, utilizaba crayones para hacer sus creaciones, pero
luego, con el paso de los años, encontró en el óleo su herramienta ideal.
Lastimosamente, sufrió un accidente, lo que lo alejó del campo artístico y
ocasionó problemas económicos en su familia.
Huarita, una vez recuperado, retomó la pintura y se dedicó de lleno al arte
para ayudar económicamente a sus allegados. “Hay futuro para los artistas”,
sostuvo el pintor, quien actualmente desempeña un estilo de “arte abstracto de
la cultura boliviana”, como él lo describe. Bajo esa consigna, se dedica a
plasmar en el lienzo imágenes referentes a las regiones del país, mostrar la
cultura y riqueza que posee cada departamento.
Sin embargo, ésa no es la única temática en su pintura. “Mi motivación para
pintar es mi madre”, manifestó. “Ella siempre quería que uno de sus hijos fuera
artista”, además contó que ninguno de sus padres está trabajando, que sus
hermanos están en el colegio y uno en el cuartel, por lo que el dinero que gana
es una ayuda directa para toda su familia. Huarita tiene la confianza en que
con el arte continuará aportando a su casa. La oportunidad se la dio la
Alcaldía alteña, y ahora él trabaja como muralista de esa institución, llenando
de color y cultura las paredes de esa urbe.
“Quiero mostrar mi arte en todo el país”, sostuvo Huarita. Se siente motivado
por artistas nacionales, como Mamani Mamani, que han llevado su arte por
Bolivia y el exterior, incluso afirmó que recibió comentarios de que sus obras
se parecen a las del citado Mamani.
Huarita contó que recibió un pedido de Tarija para ir a pintar, lo que
representa un estímulo y una muestra de que su arte está siendo conocido fuera
del departamento. “La vida del artista es difícil, pero algo me dice que me va
a ir bien, y por eso sigo pintando”, afirmó Huarita.
Ya expuso en El Alto y hace poco en el Ministerio de Culturas y Turismo, pero
por el momento y por motivos económicos no puede mostrar sus obras en galerías.
Tiene 22 años y el sueño de ser reconocido por su habilidad para de esa forma
apoyar a su familia, tanto como ellos lo hicieron con él todos estos años.
Fuente: Cambio/ julio/ 2013
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