LAS RESOLUCIONES INCONCLUSAS DE LA CUMBRE
DE LAS
CULTURAS DE EL ALTO
Por: Víctor Montoya
¿Por qué no se cumplieron las resoluciones de la “1ra.
Cumbre de las Culturas de El Alto”?
Me parece increíble volver la mirada atrás y
constatar que eso que empezó como un logro del gobierno municipal autónomo de esta
ciudad -en febrero de 2012, denominada “1ra. Cumbre de las Culturas de El Alto”,
en la cual participaron representantes de las diferentes manifestaciones culturales
de la ciudad-, haya quedado en la nada.
Lo cierto es que, a pesar de contar con la buena
voluntad por mejorar la vida cultural en la ciudad de El Alto, no se tuvo la
capacidad edilicia para plasmar los deseos de los trabajadores de la cultura en
hechos concretos. Todo quedó en discursos demagógicos y en la letra muerta de
los papeles.
Las resoluciones, aprobadas unánimemente por los
representantes de todas las áreas, eran excelentes y tenían una buena
perspectiva tanto a corto como a largo plazo,
pero que, por razones de administración y falta de compromiso, no tuvo la
fuerza suficiente para plasmar los dichos en hechos concretos; es así cómo
varias de las iniciativas quedaron truncas, frustradas, aunque en la carta de
las resoluciones todo parecía alcanzar un feliz puerto y satisfactorio para
todos los sectores implicados en la 1ra. Cumbre de las Culturas.
Lo cierto es que hubo una incapacidad de acción de
parte de la Dirección de Cultura, que poco o casi nada hizo en afán de llevar
adelante los proyectos emanados de la reunión de la 1ra. Cumbre de las
Culturas, donde todos los trabajadores del arte depositaron sus anhelos y
esperanzas.
Sin embargo, aunque todas las ilusiones se
difuminaron entre reunión y reunión, a cuya convocatoria se respondía con la
ausencia y la desidia, se abrigaba las esperanzas de que un buen día se
cumplieran los deseos de mejorar la vida cultural en la ciudad de El alto.
Algunos de las resoluciones emanadas de la 1ra. Cumbre
de las Culturas, que se discutieron y promulgaron de manera democrática, son
una prueba contundente de que había la voluntad mayoritaria para ejecutarlas a
la brevedad posible; por ejemplo, en el plano de las artes, la músicas y la
literatura, al margen de que el responsable de la Dirección de Cultura del
municipio había logrado establecer la normativa de difusión, promoción,
protección y regulación de la producción fonográfica audiovisual de los
artistas de El Alto.
Con todo, se debe constatar que las expresiones
literarias y artistas quedaron en el olvido de cualquier consideración
edilicia, por la inefectividad de los empleados públicos que dieron poco o nada
para concretar las resoluciones emanadas en la 1ra. Cumbre de las Culturas.
Las resoluciones que, además de haber sido
presentadas al Ministerio de Culturas y Educación, no tuvieron ninguna
resonancia en El Alto, donde son cientos y miles los individuos que se dedican
a cultivar el arte en todas sus manifestaciones.
Necesitamos, entre otras cosas, fortalecer las
bibliotecas municipales y las jornadas literarias que hoy se desarrollan de
manera independiente y aislada. Necesitamos, asimismo, crear el archivo
histórico documental de esta ciudad que ha sido un ejemplo de lucha durante la
colonia y la Guerra del Gas. Se necesita también la revalorización de las
enseñanzas y experiencias basadas en los conocimientos y el respeto de las
creencias espirituales de las culturas originarias que, para perdurar en el
tiempo y el espacio, necesitan restaurar sus espacios sagrados y de culto, no
sólo como un espacio abierto al mundo turístico, sino también como una forma de
promocionar los valores fundamentales de las culturas ancestrales.
Las resoluciones
tenían en su orden del día, la necesidad de gestionar la “Plaza del Artista”,
con el objeto de rescatar todo el legado cultural de quienes dedicaron su
tiempo y talento a la creación artística en la ciudad de El Alto. No era menos
interesante la propuesta de publicar libros gratuitos promocionados por la
Municipalidad; una de las mejores formas de acercar la cultura a los lectores
ansiosos por conocer los valores literarios de las mujeres y los hombres
alteños dedicados a la creación de obras que son el testimonio vivo de la
historia y cultura de una ciudad que tiene mucho que ofrecer a nivel nacional e
internacional.
¿En qué quedó la
creación del Consejo Ciudadano de Culturas? A un año de la realización de la 1ra.
Cumbre de las Culturas puede aseverarse que los buenos
propósitos quedaron reducidos a nada, o, por mejor decir, en la letra muerta de
un manifiesto que se dio a conocer tanto a los lectores de El Alteño como a los
funcionarios del Ministerio de Culturas y Educación.
Las
resoluciones, que fueron aprobadas y firmadas por los representantes de los diversos
sectores de la cultura alteña, se dieron a conocer públicamente el 27 de julio
de 2012. Desde entonces, aunque parezca extraño, no se cumplió ninguno de los
puntos aprobados en esa majestuosa manifestación de los trabajadores de la
cultura.
Entonces viene la pregunta obligada: ¿A qué se
debió el fracaso de la “1ra. Cumbre de las Culturas de El Alto”? La respuesta
unánime sería: a la incapacidad de acción de los empleados públicos de la Dirección
de Cultura del Gobierno Autónomo Municipal de El Alto, quienes no cumplieron
con las tareas encomendadas por el pueblo, al cual dicen representar
demagógicamente y sólo cuando se trata de ganar votos en un proceso electoral.
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