Miguel Lundin
Peredo
Jaqueline
Calatayud es una joven escritora boliviana, que perteneció a un grupo literario
de la ciudad de El Alto llamado "Los Nadies", este grupo también
estaba conformado por el difunto Crispín Portugal. La narrativa de Jaqueline
refleja la lucha de una elite femenina contra la crítica literaria dominante en
Bolivia. Sólo los críticos sinceros pueden admitir que la literatura femenina
boliviana es la punta de lanza de la nueva narrativa local.
Jaqueline habla
de sus primeros encuentros con la literatura y de su rango como narradora de un
mundo lleno de sorpresas: El mundo femenino.
1 ¿Desde que edad comprendiste que la literatura tenía un llamado para tu vida?
Desde la primera vez que leí un libro que no era de la escuela, recuerdo que
tomé un libro del estante de mi hermano y comencé a leer, me pareció increíble
que existieran libros que cuenten historias, que alguien se tomara tanto
trabajo con el único fin de entretener a los demás. Ese momento fue
determinante en mi posterior interés literario. Por cierto el libro era “La
Chaskañawi”.
2 Deja que tu corazón hable, ¿eres poeta o te consideras narradora?
No soy poeta. La poesía es demasiado complicada, prefiero el cuento, pero el
cuento como construcción, no como resultado de la “inspiración”.
3 ¿Cómo fueron los inicios en el grupo literario llamado ”Los Nadies”?
La Casa Juvenil de las Culturas Wayna Tambo me invitó a participar en el grupo,
fue interesante, pues era un grupo muy heterogéneo, tanto así que no participan
los mismos en los “Nadies 2” (la segunda publicación).
4 ¿Qué narradores fueron tus principales influencias literarias?
Un narrador determinante para mí es Edgar Allan Poe, no por sus temáticas sino
por su concepción de la literatura como una construcción, él hace un análisis
de cómo creó su poema “El Cuervo”, y en él he encontrado mucha similitud con la
forma en la que escribo.
5 ¿Se podría hablar de una literatura propia de El Alto?
Yo creo que no, pues al ser una ciudad tan heterogénea es difícil encontrar o
definir ahí un estilo. Por otro lado, la historia de esta ciudad ha hecho que
se busque que los escritores alteños hablen de reivindicación social, lo que
restringe su creatividad. Tal vez cuando se valore la literatura de los
escritores alteños, independientemente de su origen, se comenzará a vislumbrar
un estilo, algo en común.
6 ¿Qué te inspiró para escribir el cuento llamado "Cuernos"?
Yo no creo en la inspiración, sino en una idea generadora que es como el primer
ladrillo sobre el que se levanta una pared. En este caso fue el juego toro-cornudo,
sueño-realidad.
7 Entre el material inédito que guardas con celo, ¿tienes cuentos o novelas
cortas?
Tengo algunos cuentos guardados, aún no me he animado a escribir novela, pero
espero hacerlo con el tiempo. También tengo la intención de publicar algo
independientemente, una vez que termine de hacer las eternas correcciones de
los borradores que tengo.
8 ¿Cuáles son tus narradores favoritos de la literatura boliviana?
Definitivamente René Bascopé. Actualmente hay una suerte de “moda” entre los
narradores jóvenes en Bolivia, que siguen ya a Sáenz o a Viscarra, cosa que en
mi opinión personal ha reducido los múltiples caminos que puede recorrer la
literatura boliviana. Sin embargo, cuando se habla de explorar lo popular, las
laderas, la vida nocturna de la ciudad, el primero en hacerlo fue Bascopé.
Luego me gusta mucho Ramón Rocha Monroy como narrador, especialmente en “El Run
Run de la Calavera”, creo que su punto de vista de sibarita, le da a sus textos
un “sabor” propiamente boliviano.
9 ¿Por qué escribes?
Escribo por diversión, encuentro mucho placer en el crear.
10 Algunos consejos para los escritores noveles....
Sí, creo que a muchos de los escritores nóveles les pasa algo similar a los
cineastas noveles: creen que todo lo que escriben son obras de arte, y que ya
son escritores consumados. Mi consejo sería que dejen sus egos a un lado y se
concentren en perfeccionar sus textos.
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